¿Qué es la calidad de vida de una persona? Es un conjunto de factores que determinan el ambiente alrededor de la persona y su familia, tanto dentro de su casa como fuera.
Son viajes, restaurantes, vehículos, gadgets, pero uno de los factores más importantes es la vivienda. Su situación, tamaño, estado de conservación y equipamiento influyen mucho en la calidad de vida.
LA SITUACIÓN
La situación de la vivienda determina el estilo de vida así que es imprescindible entender ¿qué es lo que buscas? Antes de pasar a la búsqueda en sí. Hay que decidir entre dos alternativas: el ajetreo de la ciudad o la tranquilidad. Consideremos estos dos extremos.
Si eliges la vida urbana pura y dura, tendrás el transporte público a un paso de casa. Llegarás andando a varios restaurantes, supermercados y tiendas. Este concepto te permite que no dispongas de ningún vehículo propio. Sin embargo, escucharás el ruido del tráfico y de los servicios urbanos. Los turistas parecerá que nunca descansan, y donde están los turistas, están también los ladrones, carteristas y mendigos. Resumiendo, estarás rodeado de gente con todo lo que eso implica.
Otro concepto, el de la tranquilidad, supone que busquemos casas unifamiliares o adosadas en los alrededores de las ciudades. Según que zona y presupuesto, existen barrios muy tranquilos compuestos de casas con jardines privados dentro de una ciudad grande, pero los podemos considerar unas excepciones.
En la mayoría de los casos las viviendas unifamiliares suelen encontrarse a una distancia de 10-30 kilómetros del centro. Eso significa que no podrás contar con las infraestructuras de la ciudad. Es posible que no tengas ningún supermercado para ir andando y la estación de transporte público más cercana estará a 10 minutos a pie. Por otro lado, casi seguro tendrás un garaje amplio y cómodo para dos o más vehículos.
Otro factor importante que influye la calidad de vida es el nivel de la zona donde vives, sea esta última dentro de la ciudad o fuera. Un barrio prime ofrece calles limpias, restaurantes lujosos y colegios privados e internacionales. Sin embargo, los barrios de clase media a veces resultan más acogedores. Los bares aquí suelen ser auténticos y los colegios mucho menos caros pero a la vez muy buenos. Cada zona es única y lo importante es encontrar la mejor para ti.
Sin embargo, la situación de la vivienda no es la única que forma la calidad de vida. Lo que encontramos dentro de nuestro hogar es igual de importante.
LOS FACTORES NEGATIVOS
Los factores negativos, tales como el ruido, la falta de la luz solar, espacios demasiado estrechos u olores desagradables, perjudican bastante la calidad de vida. Una vivienda idónea es aquella donde no tienes que aguantar ninguna molestia. Por supuesto a veces las concesiones son inevitables, pero al menos deberíamos tener los menores problemas posibles.
Empecemos con la luz. Hay algo que sorprende a todos los extranjeros que vienen a vivir en España. Aquí en grandes ciudades abundan pisos con habitaciones interiores. Algunas pueden carecer de ventanas, otras pueden dar a un patio de luces que es una especie de chimenea de 10 a 20 metros cuadrados y la misma altura que el edificio. Las ventanas de las plantas más bajas apenas verán la luz y, además, en el suelo del patio se acumularán cosas que irán cayendo de las ventanas. A las plantas superiores sí que llegará la luz, pero también los olores desde abajo que suben por la “chimenea”. En muchos casos las cocinas se ventilan a través de esos patios de modo que los olores no faltarán. No es el caso de las obras relativamente nuevas, pero ojo si el edificio tiene muchos años.
Las ciudades grandes suelen tener muchas calles y avenidas saturadas de tráfico con el ruido correspondiente. Cuanto más alto sea el piso, menos se notará el ruido, pero a veces ni la altura es capaz de protegernos completamente. Y, en caso de que estemos cerca de un viaducto o un ferrocarril no solo notaríamos el ruido sino también las vibraciones. Mientras tanto el silencio y el aislamiento son los factores claves de la calidad de vida.
Son únicamente unos ejemplos de los factores negativos, pero merece que los analicemos expresamente. Luego vienen las características propias de la vivienda como la superficie, si está reformada o no y si goza de algún suplemento.
LOS FACTORES POSITIVOS
La superficie parece ser el factor más sencillo a nivel de valorarlo: cuanto más espacio tengamos, mejor. Sin embargo, la moderación no está de más.
Un matrimonio sin hijos ni familiares que se compra una mansión de 800 metros cuadrados pasado un tiempo dejará de sentir alegría y empezará a ser una molestia. No son pocos los dueños de casas grandes que confiesan vivir en una sola planta, mientras a las otras suben solo para hacer limpieza. Aun así, la superficie es el factor que más flexibilidad nos permite a la hora de elegir una vivienda.
La calidad de la reforma y las instalaciones de la vivienda son de gran importancia, pero aquí también nos podemos permitir bastante flexibilidad. A diferencia de la situación geográfica de la vivienda, su estado de conservación no es constante. A los que quieren aumentar la calidad de vida les recomendaríamos adaptar la vivienda a su gusto, cambiar la distribución a una más cómoda y actualizar las instalaciones. Podemos invertir en sistemas de ahorro energético y de inteligencia artificial que nos ayudarán a ahorrar los gastos de mantenimiento y aumentarán de manera muy notable el nivel de confort que sentiremos.
Finalmente, una casa o un piso pueden gozar de una piscina, tanto privada como compartida con la comunidad de vecinos, un jardín, un gimnasio, una plaza en aparcamiento o incluso un garaje propio. El tamaño de balcones y terrazas y las vistas desde ellos también contribuyen a la sensación general. Esta lista de beneficios adicionales es casi interminable.
CONCLUSIONES
Como siempre, entre los extremos, entre el blanco y el negro, existen numerosos tonos de grises. El objetivo principal a la hora de buscar una vivienda es encontrar el equilibrio perfecto para ti y para tu familia, siempre dentro del presupuesto que habéis decidido.
Cuando se trata de la calidad de vida es muy común pensar solo en los factores positivos como la superficie o una piscina, pero en realidad son los factores negativos los que más influyen en ella. Hay que dedicarles la máxima atención y analizarlos detenidamente para conseguir una vivienda que os ayudará a tener exactamente la calidad de vida que estáis buscando. Es una de las partes de nuestro trabajo, uno de los valores que os podemos aportar gracias a la experiencia que tenemos.